Adulto Contempo

No es un niño... No es precisamente un adulto... Entonces, ¿qué es? Adulto Contempo: tendencias, clichés, obsesiones. Todos los miércoles de 18 a 19 hrs. por www.quiteloudfm.com

martes, 24 de julio de 2007

Relaciones de pareja



En su libro Amor líquido, el sociologo polaco Zygmunt Bauman describe estos procesos de enamoramiento en un mundo vertiginoso y apresurado, donde la gente toma precauciones antes de involucrarse, y que al final no le sirven de mucho. Es como evitar tropezarse frente al otro, pero al final uno mismo sabe que se cayó.

Efectivamente: uno intenta jugar el juego, esto es, lidiar con los elementos de los que dispone, pero no siempre es posible salir triunfante. Habrá que preguntarse que tan factible es intentar relacionarse desde el fondo con alguien que está más interesado en la forma. Ante el peso que ha cobrado la tecnología en las relaciones de pareja, es importante tener en mente que lo que no fluye de manera directa entre dos personas, difícilmente lo hara a través de SMS y correos electrónicos.

Hay un tanto de bloff --muchas veces ineludible-- en este mundo de la adultez contemporánea. Todo mundo parece cargar con sus tarjetas de presentación y su currícula vitae. Uno acaba por moverse en el mismo o los mismos círculos y manejándose con estrategias y tácticas de comunicación, sea a la defensiva o a la ofensiva, pero con pocas oportunidades para mostrarse tal cual.

¿El adulto contemporáneo se deja llevar? Raramente o muy a su pesar: cada vez que esto ocurre y es capaz de recordarlo (en el caso de que la nube de la resaca se lo permita) le significa una gran dosis de culpa que sólo se puede aliviar yéndose al extremo opuesto: en la próxima fiesta, encuentro o reunión, el adulto contemporáneo se hará el desentendido: será desmemoriado, abstemio, parco, puntual, pertinente.

Pues, como refiere Bauman, aquel que se entrega sin reservas en una relación es quien lleva las de perder.

Por su parte, Paul Watzlawick ejemplifica lo que ocurre en los matrimonios y relaciones de pareja actuales con el legendario dilema de los prisioneros, una muestra de la falta de confianza mutua y la imposibilidad física de establecer una comunicación.

"En el matrimonio, pueden los consortes vivir inmersos en una situación crónica de dilema de los prisioneros, porque no han conseguido crear una atmósfera de mutua confianza en el grado suficiente para permitirles tomar la decisión favorable para los dos. Como nadie quiere ceder, ambos son perdedores crónicos."

Si la contención se entendiera como templanza estaríamos hablando de una virtud. Pero en gran parte del mundo de la adultez contemporánea, la contención se antoja una salida cobarde, un paliativo, no tanto a ver cómo se desbordan la pasión y locura propias, sino como precaución a la previsible indiferencia por parte del otro.

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